ROBAN EN LA ESCUELA PRIMARIA MANLIO FABIO ALTAMIRANO DE XALAPA; HASTA EL LAVAMANOS SE LLEVARON LOS LADRONES
- Se llevaron cableado, herrería y rejillas del alcantarillado para venderlo al mejor postor; se ha denunciado y las autoridades nada han hecho: Zapata González.
Irineo Pérez Melo.- La Escuela Primaria Manlio Fabio Altamirano, ubicada en la calle Camino Antiguo a Chiltoyac de la colonia Sumidero de esta capital fue objeto de los amantes de lo ajeno, quienes sin pudor alguno “hasta los lavamanos se llevaron”, denunció su directora María de Lourdes Zapata González.
En entrevista, dio a conocer que ya interpuso la denuncia respectiva ante la Fiscalía General del Estado (FGE), contra quien resulte responsable y, aunque dijo desconocer quienes realizaron este latrocinio, “la presenté para que quede antecedente de este caso”.
No precisó cuando se cometieron los robos, pero al parecer el inmueble se ha convertido en dormitorio de los “rateros” quienes en las aulas encontraron su refugio, ya que por la pandemia de coronavirus ha estado abandonada las instalaciones educativas.
Indicó que la escuela ha sido saqueada casi en su totalidad. Ventanas, lavabos y materiales didácticos han sido robados, debido a que por lo solitaria que ha estado la escuela, esto ha favorecido que las pandillas aprovechen las oportunidades e ingresen a cada uno de sus espacios.
Existe la posibilidad que todo este material es vendido por los ladrones, porque en los últimos días se han llevado el material didáctico de la primaria, además de dejar afectaciones que tendrán que ser reparados, por lo que se requerirá una fuerte inversión para ello, añadió.
«Cada año la escuela sufre daños, lo hemos reportado y hemos denunciado ante la Fiscalía General pero las cosas sólo se quedan en papel escrito, como si no existiera autoridad alguna para frenar estos actos delictivos», acusó la mentora.
Además de los robos, también fue destruida la red de tubería; cortaron la energía eléctrica para llevarse el cableado; cargaron con las rejillas del alcantarillado, todo ello para venderlo al mejor postor, sin tener conciencia del daño que ocasionan a quienes allí cursan su instrucción elemental.
Los daños en salones son cuantiosos y los estropicios ocasionados al vaciar los archiveros no se pueden cuantificar, al desconocerse el estado que guarda la documentación personal de los alumnos, que en ellos estaba resguardada, añadió.
Finalmente, pidió la intervención de las autoridades correspondientes para que brinden una mayor vigilancia a la zona, ya que entre los vecinos hay el temor fundado de que los malandrines los agredan por inconformarse de los daños ocasionados al plantel escolar.