EL GRITO DE DOLORES, EN ESTE TIEMPO DE CRISIS SANITARIA, ES UN GRITO DE LUTO Y DE DOLOR POR LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA Y DEL COVID-19
- 72 mil muertos por la pandemia son una verdadera tragedia; la estrategia de salud pública no ha funcionado: Iglesia Católica.
Irineo Pérez Melo. 14 de Septiembre del 2020. El Grito de Dolores, en este tiempo de crisis sanitaria, lejos de ser una celebración familiar o de la comunidad, como estábamos acostumbrados, es ahora un grito de luto y de dolor por las numerosas víctimas de la violencia y el mal manejo de la pandemia, asegura la Arquidiócesis de Xalapa.
En el comunicado dominical que emite la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, destaca que más de 72 mil muertos por causa del COVID-19 “son una verdadera tragedia. La estrategia de salud pública no ha funcionado; el recorte presupuestal en materia de salud ha cobrado muchas víctimas”.
El documento, signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, sostiene que por lo tanto el país está de luto, “las familias lloran a sus hijos, muchos hogares están heridos porque la muerte se ha llevado a alguno de sus seres queridos; la gente vive con mucho miedo; su rostro está marcado por el dolor y el sufrimiento; el país no se ha pacificado ni se ha domado la pandemia”.“¿Cómo podríamos hacer una celebración festiva habiendo tantas familias lastimadas y deshechas? Seriamos realmente cínicos e insensibles, si en este contexto promoviéramos los festejos. No puede escucharse un “Viva México” con tantos muertos e historias de luto”, se añade en el comunicado.
Destaca que todos los sectores están resintiendo la crisis sanitaria, económica y social que aumenta todos los días y va generando muchas víctimas. Todo esto nos causa mucho dolor, indignación y tristeza.
“Como Iglesia queremos expresar nuestra solidaridad y cercanía con todas las víctimas de la violencia y del COVID-19; a través de la caridad y de la generosidad de nuestros fieles seguiremos estando cerca de quienes han perdido su empleo o de quienes no pueden llevar lo necesario a sus hogares.
En ese tenor, se invita a la feligresía a que este 15 de septiembre, a encender una luz en sus hogares o en las plazas públicas por las víctimas de la violencia y del COVID-19 para solidarizarnos con sus familiares; son víctimas de esta noche obscura que estamos viviendo en nuestro país.
Finalmente, se hace votos para que se corrija el camino y pronto se encuentre respuesta a estos “dolores” de nuestro pueblo. ¡Que México tenga una vida digna!