En busca del liderazgo perdido
Por: Zaira Rosas
En un lugar de Veracruz de cuyo nombre no quiero acordarme se encontraba una candidata hablando con los habitantes del lugar, en su discurso recalcaba una y otra vez que ella observaba distintas necesidades, después de minutos en su discurso ella seguía resaltando lo que haría si ganaba la contienda electoral, todo esto basándose en las necesidades que ella veía en las visitas realizadas. La joven candidata en ningún momento escuchó lo que los votantes requerían y el diálogo con ellos fue casi unidireccional, menciono esta breve historia porque no es exclusiva de un pequeño poblado en Veracruz, historias como esta se repiten todos los días en diversos ámbitos, no solamente en el político.
En México existen múltiples figuras que representan cierto liderazgo, algunas quizás no son los líderes que esperaríamos pero por alguna razón su voz tiene impacto en la vida de otros y con tantos medios disponibles hoy en día es muy sencillo ser un líder o perder dicha distinción por un error. Pero, ¿qué hace a un líder tal? ¿Por qué seguimos a unas figuras y no a otras? ¿Realmente somos críticos y analíticos como seguidores? Vivimos una etapa electoral en diversos puntos del país y es justo en estos momentos donde debemos reflexionar sobre los atributos de las figuras contendientes antes de emitir una decisión.
Un líder necesariamente representa un ejemplo para muchos, logra ser escuchado porque sabe escuchar a los demás, no se enfoca en deseos egoístas pues ante todo pone el bien común, sabe que en ocasiones llegar a metas conjuntas requiere sacrificios, hay quienes por la búsqueda de una mejor sociedad sacrifican parte de los anhelos personales, luchan por los suyos y la toma de decisiones se toma en conjunto, aunque en ocasiones el líder es quien debe decidir de inmediato. Para que exista un líder también debe haber cohesión dentro del grupo, él mismo debe ser motivador y el que ayude a eliminar cualquier discordia. Un líder es alguien seguro de sí mismo, pero no por ello una persona engreída, es alguien realmente cercano a quiénes le interesa, los conoce y sabe aprovechar lo mejor de cada uno para seguir creciendo en conjunto.
Tanto en la política como el mundo laboral o situaciones cotidianas hay figuras de liderazgo, todos seguimos a alguien y la mayoría de ocasiones también somos seguidos por otros, por ello es importante prestar atención a los valores que ponderamos en la vida y el ejemplo que damos a los demás, algunos de los que nunca deberían faltar en nuestro entorno deberían ser: unión, empatía, solidaridad, respeto y lealtad, ¿cuántos de estos aplicamos en nuestro día a día? Existen candidatos que desean llegar al poder y se valen de cualquier medio para alcanzarlo y aunque está comprobado científicamente que la mayoría de veces elegimos a nuestros dirigentes por motivos erróneos, por ejemplo su físico, estamos en un buen
punto para comenzar a analizar sus valores, su compromiso con la sociedad y la dedicación real que pondrían en sus tareas como dirigentes.
Mientras tanto como sociedad aún tenemos muchas tareas pendientes, como mencioné antes, también somos ejemplo de familiares, de amigos e incluso desconocidos a quienes podemos cambiar el día con un gesto, por sencillo que parezca, a veces el entusiasmo, las ganas de ser mejores y apoyarnos unos a otros también pueden ser epidémicos, lo he comprobado cuando veo a miles de personas reunidas en un concierto con el fin común de disfrutar o en una carrera buscando llegar a una meta, empezar un estilo de vida saludable o incluso como pude comprobarlo el domingo pasado, unidas por una causa.
Esta columna comenzó con el fin de reconocer a los líderes y antes de enviarla participé en una carrera donde mi principal motivación fue un grupo de mujeres con pancartas de búsqueda por Paulina Camargo, por ellas llegué a mi meta, porque no alcanzo a imaginar el dolor y angustia de perder a un ser querido, por una madre que aprovecha cualquier oportunidad para pedir ayuda, por sus familiares y sus amigos, me uní a la causa y por más mujeres como Paulina que necesitan justicia espero que existan más líderes reales, comprometidos y que nos motiven a construir una sociedad donde nos ayudemos e impulsemos en lugar de meternos el pie.